Saltar al contenido

Quién soy

¡Hola! Gracias por visitar mi web. Como el título de este sitio lo indica, mi nombre es Gabriel Soca. Si llegaste hasta aquí asumo que ya visitaste alguno de los artículos publicados en esta web y estás buscando algo más de información sobre quién es el autor.

¡Muy bien! Voy a comenzar contándote que comunicar la espiritualidad es una actividad que está plenamente alineada con mi propósito de vida.

Simplemente me encanta. Disfruto investigar sobre estos temas y transmitir a otros aquello que aprendí, junto con mis sensaciones, percepciones y puntos de vista.

De todas formas, la historia de cómo llegué hasta aquí es un poco más larga y voy a contarte algunos detalles con mayor profundidad.

Mi interés por la comunicación comenzó temprano. A los 18 años me trasladé desde mi ciudad natal, Bahía Blanca, a Buenos Aires para estudiar una tecnicatura en Producción de Radio.

Pero en ese momento y durante más de una década ese interés estuvo relacionado con el periodismo y la política.

Trabajé como productor en varias emisoras de radio y fui redactor en medios digitales. Luego ingresé en distintos organismos públicos, en los cuales desempeñé tareas de prensa y difusión. A la par estudié una Licenciatura en Comunicación Audiovisual y una Maestría en Periodismo.

Durante todo este tiempo la espiritualidad formó parte de mí, pero estuvo lejos de ser una actividad central en mi vida. Mi primera aproximación fue a través de una novia, cuyos padres eran médiums.

Ella me contó historias fascinantes, que despertaron mi curiosidad. Así llegué a los libros de Brian Weiss e incluso participé de regresiones grupales a vidas pasadas. Algún tiempo después descubrí el Tarot y los Registros Akáshicos.

La importancia de tocar fondo

Fue varios años más adelante, poco después de cumplir 30, cuando entendí hasta qué punto la espiritualidad iba a ocupar un rol central en mi vida.

Una ruptura amorosa me llevó a vivir mi Noche Oscura del Alma, la etapa más dolorosa, pero a la vez más importante de mi vida.

Durante los meses siguientes se derrumbó el marco conceptual completo de mi vida. Me cuestioné hasta los aspectos más constitutivos de mi ser y redirigí mi vida hacia lugares bien distintos.

Esta etapa fue el punto más bajo en una crisis existencial. Pero también fue un renacimiento. Fue una oportunidad para elevar la percepción de la existencia.

Durante esos meses se me presentaron herramientas que tuvieron un gran impacto en mi camino y en mi sanación. Aprendí a leer Registros Akáshicos y a brindar Reiki. También me conecté con la meditación y aprendí a cultivar la quietud y a escuchar mi propia voz interna.

Fue en esa etapa transformadora de mi vida cuando me conecté más profundamente con mi verdadera esencia. Descubrí que comunicar la espiritualidad no solo es algo que disfruto, sino que también está completamente alineado con mi propósito de vida. Desde entonces, escribir sobre estos temas se ha vuelto una parte fundamental de mi día a día.

Mi camino de sanación ha avanzado mucho desde entonces, y ahora puedo ofrecer a otras personas las herramientas que fueron clave en mi propio proceso. Así fue como comencé a realizar lecturas de Registros Akáshicos, sesiones de Reiki y consultas de Tarot, con el objetivo de acompañar a quienes buscan su propio camino de sanación y autoconocimiento.

El blog sigue creciendo, atrayendo nuevos lectores cada día, lo que me motiva a continuar compartiendo mis experiencias y conocimientos sobre espiritualidad. Además, actualmente tengo la oportunidad de escribir sobre estos temas en páginas destacadas de la temática, lo que me permite ampliar mi alcance y contribuir a una mayor difusión de estas prácticas transformadoras.

El viaje continúa y yo sigo adelante, aprendiendo y expandiendo mi entendimiento espiritual, comprometido en compartir con otros esas herramientas que fueron cruciales en mi propio despertar.


Estemos en contacto por redes sociales

Si la espiritualidad es parte de tu vida y deseas compartir tus experiencias conmigo, te invito a que me escribas y que hagamos de este viaje un camino compartido.